Redundancias, pleonasmos, tautologías

XLIX Y a hemos dicho en otras entregas que escribir no es como hablar. Por desgracia, a pesar de las constantes prevenciones que los profesores podemos hacer a nuestros alumnos, muchos vicios y descuidos del habla se cuelan con suma facilidad en la escritura de no pocas personas que empuñan la pluma. Casi siempre, por no decir siempre, estos dislates son producto de un vil descuido, no de la ignorancia del que escribe. Hoy quiero dedicar estas páginas a las tautologías. Como todos sabemos, las redundancias, también llamadas pleonasmos, son vicios de la escritura y del habla que consisten en incluir palabras o expresiones que repiten ideas de cosas que se acaban de decir, y que, por lo tanto, quien lo escucha o lee, puede reparar sorprendido por el descuido o, burlón, concluye apresuradamente que el emisor quizá esté afectado por algún tipo de idiotez. Los mexicanos somos particularmente agudos con estas reiteraciones y más por burla que por admiración, señalamos sardónicame...