Chancaca, panela, panocha, panoja I
LII Es bien sabido que la lengua náhuatl dejó en la española muchos términos que un tanto modificados se universalizaron y, digamos, trascendieron las fronteras físicas de la zona central de nuestro país. En la actualidad se usan estos términos de manera generalizada en toda la geografía –vastísima– de nuestro idioma; desde La Patagonia en el sur de América hasta Chicago, en el norte. Desde la península ibérica en Europa, hasta Guinea Ecuatorial en el África. Tan universales se hicieron que del náhuatl saltaron al español y de éste a otras muchas lenguas. Recuerdo que hace muchos años vi a un magrebí vendiendo aguacates en los andenes del metro de París. Así les llamó en su francés colonial. Pensé en esa ocasión no en su situación marginal sino en la gran distancia física entre ese lugar, su tierra de origen y la nuestra mexicana: tres puntos remotísimos entre ellos mismos del globo terráqueo unidos por una palabra nuestra: mexicana. Pero este léxico tan ampliamente distribuido...